Sergio nos llevó a uno de los mejores restaurantes de la ciudad, quería hacernos olvidar todo el dolor por el que sabía estábamos pasando. Con sendas copas de champán llenas hasta casi rebosar, brindamos por un mundo un poco mejor y algo más justo.
Mi madre parecía agotada, estaba feliz pero el cansancio había hecho mella en su ya débil cuerpo. Intentaba disimular, pero a pesar de su alegría por mi, por nuestra victoria, todo seguía siendo un enorme fracaso, un fracaso de la vida, un fracaso del amor y de las amistades. Los culpables de los intentos de asesinato eran su mejor amigo de toda la vida y últimamente su compañero de camino, una de mis amigas más fieles y mi ex pareja. Esto no podía dejarnos a ninguna de las dos satisfechas. ¿Qué podía haber pasado por la cabeza de Javier para necesitar acabar con todo lo que había sido su vida, aparentemente placentera? ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde su primer movimiento de intentar acabar conmigo, con su peón? Realmente era duro pararse a pensar en todo lo que había ocurrido y en la resolución judicial. Leer sobre ello en la prensa me desgarraba el alma y sólo surgían preguntas y mas preguntas que no lograba responder. ¿En qué momento a mi mentor y amigo de la familia de siempre, se le pudo ocurrir tramar de semejante modo una historia pensando que iba a acabar de manera satisfactoria para él? ¿Cómo había involucrado a Martina y a Alfonso, dónde los había encontrado, dos personas dispuestas a hacer cualquier cosa con tal de conseguir su desafiante plan? ¿Cómo habían conseguido engañarme los tres? ¿Cómo se podía fingir la amistad, y lo que es más difícil, cómo se fingía el amor? ¿Cómo te hacías pasar por lo que no eras, vivir lo que no sentías? Intentaba ponerme en su lugar. ¿En qué momento alguien se atreve a plantearte que te hagas amigo de otra persona o que intentes que se enamore de ti con el único propósito de matarla? Quizás ese no era el principal propósito, tenía que ser justa. En un primer momento parecía que la intención sólo era engañarme para conseguir robarme información valiosa sobre una patente que acabábamos de formalizar, con el fin de venderla y si después quebraba la empresa, que nadie sospechase de ninguno de ellos, pero todo les había salido mal y para evitar que se investigase en su dirección, intentaron matarme, con la suerte para mi de que Sergio se había cruzado en su camino.
La vida a veces no era justa, nos enseñaba a la vez las dos caras de la moneda, dejándonos un poso de tristeza y desilusión que arrasaban con cualquier atisbo de alegría. Mi madre se sentía como si ya no tuviese derecho a tener una nueva oportunidad de ser feliz, lo había sido hacía años con mi padre y ya no podría serlo más.
-No existen segundas oportunidades, ¡ya ves qué fracaso!
-Vamos, la vida es larga y todos cometemos errores. Cualquier persona es susceptible de engaño. No podemos dejar de vivir buenos momentos, o de disfrutar por algo que otros han hecho. Eres fuerte, Sofía, no permitas que se salgan con la suya.
-Tienes razón, Sergio. ¡Por nosotros! Que viva para veros felices…
-Por nosotros
-Por nosotros
-…y rodeados de pequeñas personitas.
-¡Mamá!
Nos reímos los tres. Mi madre ya se estaba montando su película imaginándose rodeada de nietos. Intentamos divertirnos pese al dolor que sentíamos por la traición, pero había que vivir el momento. La cara de Sergio indicaba que estaba totalmente satisfecho con el resultado.
-¡No podía haber sido más favorable!
-¡No digas eso! Sí podría. Reconoce que es una pena todo esto. Estamos contentos porque alguien ha visto que todo lo que ha pasado ha sido una mala realidad, pero el problema es que ha pasado de verdad, no es producto de un sueño. Todos hemos perdido, o al menos eso pienso yo
Un placer leerte, como siempre.
Ya me puse al día…mi compañía algunos findes 🤗🤗🤗
Muchas gracias!!! Me alegra saber que sigues leyéndome!!! Un abrazo enorme!!!