Aquí finaliza mi segunda etapa y comienza una tercera que aún no sé bien cómo gestionaré. Me tomaré el mes de enero de «vacaciones» y a partir de febrero seguiré publicando una entrada en el[…]
Categoría: Segunda Temporada
51.No puedo abrir los ojos
No puedo abrir los ojos. Estoy…, soy…, bueno… no sé… Sigo escuchando voces lejanas, a veces, sólo a veces. Intento reconocerlas, no entiendo lo que dicen. Prefiero la paz, la siento, la presiento, ¿será esto[…]
50.»Triple-zero What’s your emergency?»
-«Triple-zero What’s your emergency?» Tirada en el suelo escuchaba de lejos, como en una ensoñación, hablar a Emily con el servicio de emergencias a través del manos libres. Estaba a mi lado, la sentía, pero su[…]
49.De nuevo en el autobús
De nuevo en el autobús. Esta vez no dijimos ni una palabra, mirando por la ventanilla viendo pasar camiones de tres cuerpos, impresionantes, el color de la carretera era lo único que rompía a veces[…]
48.-¿Talara…? ¿Es usted?
-¿Talara…? ¿Es usted? Me acerqué al policía temblando de miedo. -Si, soy yo. -¿Puede decirme si conoce a las personas con las que se acaba de cruzar? -En mi vida las había visto. -Saben[…]
47.Aterrizamos en Alice Springs
Aterrizamos en Alice Springs sin novedad, un pequeño aeropuerto casi familiar nos daba la bienvenida desde un cartel. El termómetro marcaba 33º, hacía calor, pero se aguantaba bien. Fuimos en taxi hasta el hotel a dejar[…]
46.¿De quién me fiaba demasiado?
¿De quién me fiaba demasiado? ¿Quién me enviaba este mensaje y por qué? Después de unos minutos pensando me tiré en la cama mirando al techo y comencé a reír. ¡Era ridículo! ¿Por qué iba a[…]
45.Ese sábado mis amigos me tenían otra sorpresa preparada
Ese sábado mis amigos me tenían otra sorpresa preparada. En Australia, en cuanto pasa el día de difuntos aparece todo ya de Navidad. No dejaba de ser curioso, por lo menos para mi, el ver[…]
44.Después del cambio de hora
Después del cambio de hora español, era más fácil escoger el momento para llamar, la diferencia era de nueve horas y media a mi favor. Sergio había cogido la costumbre de llamarme más o menos[…]