Mi querido amigo:
Una casa puede tener demasiados ruidos el extractor de humos, el aspirador, las voces de los niños, las de la tele, las músicas, los vecinos… y otras pueden estar bastante silenciosas, sobre todo estos últimos días en los que ha pesado tanto la soledad.
La vida vuelve a fluir por las ciudades, niños saltando, mayores sonrientes, personas que van y vienen, bicicletas, corredores… Ahora todo depende de nosotros, de lo que seamos capaces de hacer, de que mantengamos las distancias, de que nos apoyemos unos a otros. Tenemos que seguir siendo prudentes, no lo olvidemos.
Recibe mi abrazo #quedateencasa