Mi querido amigo:

Sé que estás ahí aunque no puedas escribirme o hablarme. Sé que a veces me lees o me escuchas y por eso tengo que agradecerte tu compañía porque aunque no nos conozcamos, el saber que estás un poco pendiente de mí, también me da tranquilidad y un poco de paz. Si en algún momento te sientes solo piensa en mí, recuerda que te escribo todos los días, que me agrada saber que me esperas igual que yo te espero a ti. Acércate a los tuyos, mándales un mensaje, llámalos por teléfono, recuérdales que les quieres y que piensas en ellos, esos pequeños gestos ayudan mucho en el confinamiento, no pierdas el contacto con los tuyos, siempre hay alguien pensando en nosotros.
Recibe mi abrazo. Cuídate.