Mi querido amigo:
Siempre me gustó la soledad. Salir a caminar por jardines, playas y parques con la cámara en la mano, o con el móvil, descubrir colores y sonidos, acariciar árboles, oler flores, leer tumbada en la hierba o en la arena, andar descalza por la orilla de mi playa, pero aunque sea capaz de estar sola mucho tiempo y disfrutar de ello, también necesito a los demás, abrazar y acariciar a las personas a las que quiero, charlar con los amigos, visitar a la familia, es el pan de cada día, lo que me hace sentir viva, el aire que me da la vida.
Recibe mi abrazo. Cuídate.