99. Castillos de arena.

Mi querido amigo:

¿Cómo has pasado el fin de semana?
Aquí ha hecho frío pero eso no ha impedido que me acercara a mirar el mar, y me ha dado fuerzas de nuevo.
Como te digo siempre, el mar me une a la vida, me trae recuerdos de todas sus etapas.
Mientras paseaba vi a unos niños gritando y riendo, intentando hacer una pequeña presa con la arena para frenar la subida del mar. Tarea imposible pero divertida que me llevó a mi niñez y a nuestros intentos igualmente fallidos de parar la subida de la marea creando muros de arena.
Recuerdo ir a la playa de niña con mis padres, mis hermanos y nuestro perro, en nuestro pequeño coche, sin sillas especiales, sin cinturones de seguridad, amontonados en la parte trasera, sin protestar. Íbamos encantados de la vida, mi madre se encargaba de la comida, nosotros de transportarla hasta el coche y después hasta la playa.
El día podía ser de lo más divertido, escarbando en la arena buscando agua o haciendo fosos profundos y largos, intentando comunicarlos unos con otros. Muchas de las cosas que hacía en mi niñez he vuelto a repetirlas con mis hijos. Soy de esas madres que construyen castillos de arena o pozos en la playa y se divierte.
Recibe mi abrazo. Cuídate.

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