Mi querido amigo:

No sé si es por la lluvia o por la situación de España, pero hoy me he levantado tarareando una canción de José Luis Perales que se titula: La madre. He llorado tantas veces en mi juventud con las canciones de este hombre que quizás por eso sea hoy tan melancólica.
Me llamaba la atención una frase: “los niños, que un día cambiarán de casa y de mantel, cuando aprendan el arte de volar, cuando se haya escapado su niñez y te visitarán por Navidad si es que les queda tiempo” yo aún vivía con mis padres y veía a mi madre reflejada, y veía nuestra vida de niños pasar en una canción, esos niños que al principio agotan, que te dejan sin fuelle y viven despreocupados, que van creciendo y en un momento se van y ya sólo quedan los recuerdos. Y ahora soy yo esa madre que ha visto la vida pasar tan deprisa, en un suspiro. Y no puedo sacarme de la cabeza el abrazo que aún no podré darle a mi madre ni el que yo, como madre, tampoco podré disfrutar.
Recibe mi abrazo. Cuídate.