Mi querido amigo:

No me gusta no poder dar abrazos a los que quiero, ni no poderlos ir a visitar, no me gusta no poder agradecer a besos a alguien algo, no poder ser natural, no me gusta no poder hacer lo que me sale del corazón, no poder acariciar, no me gusta ver cómo la gente tiene que cortar sus impulsos cariñosos, ni ver a algunas personas tener que acostumbrarse a la soledad.
No me gusta que algunos pierdan su trabajo ni que tengan que cerrar empresas por no poder pagar, no me gusta ver colas en las aceras para poder comer este día, o para recoger alimentos que llevar. No me gusta ver colchones en la calle, ni personas sin hogar. No me gusta nada de lo que está pasando, es surrealista. Mientras los de arriba como siempre envenenando y enfrentando, poniendo vendas en los ojos, hablando de pasados inútiles, crispando a los unos contra los otros mientras meten el botín en sus bolsillos. Vende más, por desgracia, el odio que el amor. Pero yo sigo aquí ofreciéndote mi abrazo, pidiéndote que te cuides.