162.Aquella caja de madera convertida en cofre del tesoro.

Mi querido amigo:

Ayer te decía que quizás fuera un poco ladrona del tiempo, pues te contaré algo, desde bien pequeña me encantaba acercarme a los álbumes de fotos que había en casa de mis padres. Aún los recuerdo, y también recuerdo su olor. Olían a familia, a tiempo divertido con amigos, a pasado entretenido, a alegría. Me gustaba preguntarle a mi madre ¿dónde estaba yo? ¿quién era aquel bebé tan sonriente? ¿cómo se llamaba aquella amiga? Y así la hacía volverse loca con mis preguntas o quizás por un momento la hacía regresar a otras épocas también felices y más tranquilas.
Recuerdo también una caja que guardaba una tía de mi madre y que para mí era como el cofre del tesoro, eran sus recuerdos, atesoraba en ella fotos, algún collar, algún dibujo, una caricatura suya, un monedero plateado con monedas antiguas y alguna que otra cosa más que no debió llamar mucho mi atención. Siempre le preguntaba: ¿podemos ver tu caja? Y ella me respondía: ¡ve a por ella! Me acercaba contenta a su armario, abría la puerta y sonreía al encontrarme con aquella pieza de madera antigua que tenía un paisaje pintado encima. Volvía con ella al salón y allí comenzaban a chispear mis ojos ante tantos recuerdos de juventud olvidados y revividos gracias a una niña de seis años. Creo que a ella le encantaba contarme sus secretos una y otra vez, no se cansaba de contestar a mis preguntas y yo la veía sonreír con los ojos brillantes de emoción: “esta caja me la regaló mi padre, y esta caricatura me la hizo un dentista amigo mío cuando era jovencita, este dibujo lo hizo mi hermana, no sé si te conté alguna vez que pintaba fenomenal y era de las pocas mujeres que trabajaban de delineante. Este chico de aquí quería casarse conmigo, ¡era tan salado! ¡cómo me gustaba! me habría casado con él…, pero no era de aquí”
Yo asistía sin apenas moverme de mi sitio, sin hacer ruido para no romper la magia de su voz, a la historia de una vida recordada por esos pequeños ladrones de tiempo que son los recuerdos.
Recibe mi abrazo. Cuídate.

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