204.Recogiendo la vida.

Mi querido amigo:

Hay días que no sé bien sobre qué escribirte, tengo miedo de repetirme y como consecuencia aburrirte.

Te diré que he tardado pero ya, por fin, no queda rastro de Navidad en mi casa, me cuesta mucho trabajo recoger los adornos navideños porque me encantan y es como deshacerse de una parte de mi vida que me gusta, es como un despedirse continuo de la niñez, de la mía y de la de mis hijos.
Cada vez que guardo algo recuerdo cuándo lo compramos, quién lo hizo, quién lo eligió y en mi cabeza aparecen imágenes como fotografías de momentos pasados en familia, y unas imágenes me llevan siempre a otras hasta el principio de los tiempos, paso de recordar a mis hijos a recordar a mis padres, abuelos y hermanos, y entiendo a las personas que se ponen tristes en Navidad recordando a los que ya no están, pero yo soy de las que recuerdan y se alegran de haber podido disfrutar esos momentos en familia y haber podido transmitir a mis hijos esa alegría de celebrar todos juntos, en cualquier época, en cualquier momento. Este año que para todos ha sido diferente, ha sido más duro recoger, porque no han sido completas y he sentido un poco la tristeza de ir recogiendo la vida, envolviendo en papel burbuja trocitos de alma, pedacitos de recuerdos y de historias no vividas.
Recibe mi abrazo. Cuídate.

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