Mi querido amigo:

Ayer te hablaba del libro como terapia porque puede atraparte durante horas, el cine, la música, también cumplen esa función igual que cualquier pasatiempo que te guste. Este ha sido el momento en el que poder disfrutar de nuestros hobbies caseros se nos ha puesto fácil, y si no los teníamos, hemos podido buscarlos. En esta pandemia yo he comenzado a hacer puzzles en familia, y me ha sorprendido comprobar que es muy divertido, nunca antes había hecho ninguno, sólo esos de piezas enormes que les regalaban a veces a mis hijos cuando eran pequeños. Pero hay miles de cosas que se pueden hacer: aprender a cocinar nuevos platos que no habíamos probado nunca por ser muy laboriosos, a coser de diferentes maneras, a pintar utilizando distintas técnicas, a hacer figuras de papel para sorprender a los más pequeños de la casa, a practicar aquellos viejos trucos de magia que teníamos olvidados, retomar de nuevo la escritura o el arte de charlar por teléfono con los amigos, investigar sobre temas que siempre nos han gustado, relacionarnos y conocer mejor a las personas que viven con nosotros y apreciar más el silencio y la tranquilidad de estar con nosotros mismos, sin interferencias.
Recibe mi abrazo. Cuídate.