Mi querido amigo:
Hoy he leído un texto, supuestamente de un médico o una enfermera, no recuerdo y da lo mismo, que agradecía infinitamente los aplausos que damos por las tardes, pero que había sufrido en sus propias carnes el rechazo, tuvo la mala suerte, como por desgracia muchos de los que están en contacto directo con otras personas, de contagiarse y tener que pasar una cuarentena de las de verdad, de las duras, de las de no poder ver a nadie, ni acercarse a nadie, de las de estar totalmente aislado, sin poder ir al súper ni a la farmacia, de las de no poder estar cerca de los que viven habitualmente contigo, y después de haber ayudado a tantas personas, de haber sufrido por ellas, de haberlas tranquilizado y de haberles entregado un poquito de cariño, recibía el insulto de los vecinos del edificio en el que tuvo que recluirse. Realmente no sé si hemos aprendido algo de esto, creo que la gran mayoría sí, pero por desgracia las minorías siempre pesan porque hacen ruido para ser vistas. Por suerte sigo teniendo fe en el ser humano y sigo creyendo en sus buenas intenciones. Cuidemos a quienes nos cuidan, pertenezcan al sector que pertenezcan.
Mi cariño a todos y cada uno.
Recibe mi abrazo. #quedateencasa.