Mi querido amigo:

La mente nos puede llevar a lugares fantásticos. Intenta dejarla libre, que te lleve a ese lugar que una vez sentiste como mágico, a ese libro que tanto te gustó, a esa película que compartiste con esa persona a la que tanto quisiste, a esa canción que a veces te hacía llorar o a esa otra que te hacía bailar, a esa puesta de sol que un día te hizo soñar, a esos brazos que alguna vez te consolaron, a una caricia o a un beso de esos que te curaron. Es bueno volver a sentir lo que un día sentimos, dejar que la mente nos recuerde el motivo por el que un día decidimos luchar, mirar de nuevo el camino que queríamos recorrer y ver lo que aún nos queda por conseguir.
Recibe mi abrazo. Cuídate.