Mi querido amigo:
A lo largo de mi vida he tenido, y aún tengo, la suerte de rodearme de personas buenas con un alma blanca que me han cuidado y me cuidan como si fuesen ángeles de alas enormes con las que me protegen allá donde yo esté.
Un amigo no es un tesoro, es mucho más que eso, un amigo es tu sombra de colores que te acompaña en silencio, que te escucha en la distancia y sientes cómo susurra tu nombre para aliviarte cuando el dolor acecha.
He tenido la suerte, y aún la tengo, de querer con locura a mis amigos de acompañarlos en la distancia, en silencio y susurrar su nombre para aliviarlos del dolor. Estoy aquí, sigo aquí aunque esté lejos.
Una amiga de toda la vida, de siempre, de esas que cuando de nuevo la ves, aunque no sea muy a menudo, sabes que estás en su corazón de la misma manera que ella está en el tuyo, me envió esta canción de la que te dejo el enlace, escúchala con atención para saber bien lo que dice, está en gallego, pero seguro la entiendes, porque la música es universal y el sentimiento también.
Recibe mi abrazo. Cuídate.