Mi querido amigo:
A veces me detengo a un paso del abismo y me quedo observando lo que ocurre a mi alrededor como si viese una película que no entiendo. Y siento que estoy fuera de ese mundo que a penas comprendo, que no encajo en ese puzzle.
Quizás no debería escribirte cuando estoy triste, asoman demasiadas sombras y nunca se trata de eso. Se trata… a veces no sé muy bien de qué se trata y me siento perdida y no quiero, y lucho contra mí misma y me apago, y apago mi luz. No sé por qué me ocurren estas cosas ni qué las desencadena. Pero hay días que en vez de luz soy sombra y tengo que luchar conmigo misma.
Lo siento amigo, a veces no puedo ser buena compañía. Mañana será otro día y lo veré todo de otro color, estoy segura. Ahora regreso a mirar el mar, que me da la vida y a pedirle que encienda de nuevo mi luz.
Recibe mi abrazo. Cuídate.