Mi querido amigo:

Cada paso que damos hacia adelante nos aleja del origen del problema. Hay que seguir caminando, dando pasos, aún sin saber muy bien hacia dónde nos llevan y lo más importante, no perder nunca la calma. Los enfrentamientos nos llevan a la destrucción. La ira nunca es buena compañera, nos ciega y hace que tomemos malas decisiones. Deberíamos mirar más hacia nuestro interior, intentar escuchar lo que de verdad queremos hacer, intentar calmarnos, no permitir que nos afecte la opinión de los demás, cada uno lleva su propia carga. Y siempre, alejarse de los que intentan absorber y apagar nuestra luz.
Recibe mi abrazo. Cuídate.