Mi querido amigo:

En estos últimos días del año casi todo el mundo hace balance de lo que ha ocurrido, de lo bueno y de lo malo.
Para este año todo son críticas, estamos ansiosos porque termine y por olvidarnos de él.
El tiempo se ha hecho relativo, no sé si te pasa pero hay veces que no es que no sepa en qué día vivo, si no que pienso en algo que ocurrió hace unos meses y lo encuentro diluido, borroso, y no soy capaz de saber cuándo ocurrió realmente, o lo veo tan lejano que parece hubieran pasado años.
Veo fotos del año pasado y mi obsesión es ver demasiada gente por todos lados, personas rozándose, tocándolo todo, abrazándose, riendo a carcajadas, y recuerdo ruido, mucho ruido en la ciudad, playas repletas, bares llenos, gritos para hacerse entender y en un par de meses se hizo de repente el silencio, la soledad en las calles, personas alejándose unas de otras con miedo a rozarse. La cámara de nuestro móvil se convirtió en nuestra aliada, el tacto de la pantalla era el único roce permitido entre personas que no vivieran juntas. Siento que nos hemos deshumanizado un poco, que nos hemos olvidado de las personas que han sufrido en soledad y de las que aún están sufriendo. Mi recuerdo y mi abrazo de hoy, permíteme que sea para todas esas personas que nos han dejado este año, que se han ido sin hacer ruido, sin compañía, pero que siguen en nuestros corazones.
Cuídate.