Mi querido amigo:

Este año que está a punto de terminar hemos visto y oido casi de todo. Nos hemos dado cuenta de la maldad de algunas personas pero también hemos descubierto la bondad de muchas otras, de todos los que se han dejado la piel para salvar a otros, para acompañarlos o ayudarlos a despedirse de los suyos, para que no faltara la tranquilidad en las calles, para que todo estuviera limpio, para que la comida no faltara en los supermercados o en las casas, para dar un poco de fé y esperanza a los otros.
Hemos tenido un sin fin de sentimientos, muchos enfrentados, hemos llorado de pena pero también de emoción, hemos reído y hemos sufrido mucho. Hemos estado muy lejos pero procurando estar muy cerca.
Hoy quiero darte las gracias por permanecer a mi lado tanto tiempo, por caminar de mi mano tantos días, por darme ánimos cuando no los tenía.
Gracias a cada uno de vosotros por leer o escuchar mis cartas, por seguirme, y gracias también a los que dejaron de hacerlo o a los que desaparecieron, de todos he aprendido algo. Gracias por vuestro respeto, por haber compartido vuestro tiempo y vuestros pensamientos. Gracias. Recibid cada uno de vosotros mi abrazo especial. Mañana regreso, hasta entonces, cuidaos.