Mi querido amigo:
Me encanta pasear cerca del mar, por jardines o bosques, y me encanta escucharlos, creo que la tranquilidad que transmiten no es algo que pueda obviarse, el sonido de los pájaros trinando, el viento entrar los árboles, las olas rompiendo en la orilla. Por eso no entiendo cuando me cruzo, cada vez más habitualmente, con personas que llevan tapados sus oídos por esos minúsculos auriculares inalámbricos que nos hacen cada vez menos humanos, parece como si fuésemos de otra galaxia, me hace recordar películas antiguas de ciencia ficción, todos conectados pero en soledad, a veces hablándole al aire, en lugar de disfrutar de esos sonidos que, de momento, la naturaleza nos regala.
Recibe mi abrazo. Cuídate.