Mi querido amigo:

Tenga la cabeza en tantos sitios a la vez que a veces no está en ninguno. Ayer me olvidé de escribirte, lo siento. No estaba en mi casa, había poca cobertura, podría poner mil excusas y todas verdaderas, pero la verdad es que me olvidé.
Hoy es el día de Australia, festivo, está siendo un fin de semana largo, y necesitaba descansar, olvidarme un poco de lo que pasa en el mundo, sin leer ni ver noticias y alejada un poco de todo. Me acerqué a las Montañas Azules, ya te hablé alguna vez de ellas, es uno de esos lugares mágicos en los que puedes respirar profundo, sin prisas, con calma, llenar los pulmones de aire fresco y el alma de paz. Las Blue Mountains están rodeadas casi permanentemente de una especie de neblina debido al aceite que concentran los eucaliptos, el calor y la evaporación que son los que consiguen que se aprecien azules.
Con bosques infinitos, caídas de agua sin fin, larguísimas rutas de senderismo, es muy normal que desaparezcan en la niebla o en la lluvia para volver a aparecer en una o dos horas con el cielo casi despejado. Las Montañas Azules siempre son mágicas.
Recibe mi abrazo. Cuídate.