4.En pocos días me darían el alta.

En pocos días me darían el alta. El médico acababa de entrar en mi habitación para decírmelo, me había puesto contenta pero a la vez nerviosa. Era mi prueba de fuego. No sabía el tiempo del que dispondría para dejar el país una vez que eso ocurriera. Tenía la suerte de que Sergio y Emily se habían ocupado de todo lo relacionado al visado, a los papeles en general, tanto aquí como en España, eso me tranquilizaba un poco. Esperaba poder despedirme del país como se merecía, quizás no volviese nunca más, y deseaba poder enseñárselo a Sergio, que disfrutara un poco sus «vacaciones».

-Emily, en cuanto salga de aquí tenemos que planear un pequeño viaje con Sergio, que pueda conocer Adelaide.

-No sé cuánto tiempo tendréis, así que había pensado que podíamos pasar un fin de semana en Kangaroo Island. A ti te había encantado y es una forma de ver un poco de todo en un único sitio. Y los billetes de avión os los cogeré vía Sydney o Melbourne, lo que tú prefieras, y yo iré hasta allí con vosotros.

-¡Emily! -Comencé a llorar. -¡Me alegro tanto de haberte conocido!

-¡Casualidades de la vida!

-Recuerdo que eras amiga de unas chicas con las que me llevaba fatal, creo que eran de esas personas que no dejaban sus apuntes, no sólo no los dejaban sino que te decían «haber venido a clase», daba igual que hubieras estado enferma, no se atenían a razones. Creo que conseguí que me los dejaran una vez, pero porque me habían pedido ellas otros, ¡qué poca empatía tenían!

-Si, pero eran las que me habían presentado cuando llegué, estaba tan sola…

-No recuerdo el día que comenzamos nuestra amistad…

-Llegué tarde a clase, así que fui a la cafetería de enfrente a la facultad. Tú estabas sentada, sola, leyendo el periódico, me acerqué y te pregunté si podía sentarme contigo. Ese fue nuestro primer café juntas, el primero de muchos…

-Hay espacios vacíos en mi cabeza, que no sé si conseguiré llenar, recuerdo sensaciones más que hechos, no sé si eso es bueno. Sé que tú me caías bien y que te quise y quiero como si fueras mi hermana. Eres muy importante para mi, aunque me cueste trabajo recordar, pero lo siento.

-No te agobies, a todos nos cuesta recordar algunas cosas que nos han ocurrido, tienes que darte tiempo, es lo que ha dicho el médico.

-¿Y si no nos volvemos a ver? Ahora me he quedado sin trabajo, viajar hasta aquí es muy complicado…

-Tranquila. Yo pienso regresar a España a verte, así que si no puede ser aquí será allí. Ahora no existen las distancias. ¡Existe internet! No es como cuando regresé aquí que no sabíamos si volveríamos a vernos y teníamos que escribirnos a mano. Menos mal que pronto apareció el mail.

-Si, recuerdo tus cartas, ahora que lo dices. Mi padre siempre me pedía los sellos.

Las dos reímos.

-Yo aún las tengo guardadas.

Entraron las enfermeras a preguntarme cómo me encontraba.

-Si tienes suerte estas serán las últimas muestras de sangre que te quitemos antes de que te vayas. La tensión está bien, el ritmo cardíaco también, la respiración… ¡estás nueva! Eres fuerte y eso te ha salvado, eso y la rapidez de tu amiga. Después volvemos.

-Gracias. Hasta luego.

Cuando vinieron con la cena entró una enfermera con las pastillas.

-Ten, estos son los últimos medicamentos que tienes que tomar. Posiblemente te den el alta mañana. Llevas mucho tiempo aquí, y eso tampoco es bueno para tu memoria.

Aplaudí como una colegiala y se acercó a darme una caricia

-¿Estás lista para volver a la realidad?

La abracé, le dí las gracias por todo su cariño y su trabajo.

-Si, ¡creo que ya lo necesitaba!

¡Qué importante es que te traten bien cuando más vulnerable te sientes! Está claro que para el personal sanitario  eres su trabajo, pero hay profesiones en las que mostrar un poco de humanidad es totalmente necesario…

La soledad y la vulnerabilidad que yo sentía desde que había despertado eran de tal magnitud que a veces sentía que flaqueaba, que me ahogaba, si no hubiera sido por el apoyo de todos los que me rodeaban quizás no hubiese sido tan rápida la recuperación, así que sólo podía sentir un enorme agradecimiento hacia esas personas que cuidaban de mí día a día y que me daban fuerzas y motivos para seguir luchando. ¡Qué importante era tener vocación en ciertas profesiones! Esperaba haber sido buena paciente para ellos y que hubieran recibido todo el cariño y agradecimiento que sentía.

 

8 comentarios sobre “4.En pocos días me darían el alta.

  1. Fantastico capitulo Talara !!! Que impor. los amigos , pero amigos de calidad, y por tu manera de empatizar eres una persona de gran calidad. Mis amigos se reducen a 3 pero soy afortunado . No me canso de leerte. Un secreto !!GrACIAS P SER MI AMIGA!!!

  2. ALEX RUIZ Hola Talara!!! Qué importantes los amigos, pero los de calidad y p tu fantastica manera de escribir y empatizar eres 1 persona de gran calidad. Escribes c el alma y de corazon. Tus letras son ideales. Besos 🌹🌹🌹

  3. Que importante es encontrar esos amigos de verdad..y que difícil a veces..
    Enhorabuena , al final me.enganchó…ya verás..jeje.
    Un abrazo.

  4. Maravilloso capítulo Talara !!!! Que importante la amistad…que estén cuando los necesitas…yo tengo una maravillosa amiga y me siento privilegiada.Esperando ya tu siguiente capítulo , como te digo siempre me encanta leerte😘😘un beso enorme

    1. Gracias Xelo. ¡Eres un encanto! Las amigas son fundamentales en la vida, en el día a día y en nuestros momentos complicados. Gracias por leerme y acompañarme. ¡Besiños!

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