22.Sergio estaba preocupado por mi

Sergio estaba preocupado por mi. Posteriormente a la escenita del aparcamiento en la playa, me había visto obligada a contarle lo sucedido en mi vida en estos últimos meses. Después de decirlo en voz alta, todo me sonaba a una novela mala de espionaje. Realmente me daba cuenta que las cosas sucedían de una manera que podían llevarnos a creer en fantasmas, a crear sombras o a caer en un abismo de negatividad. La soledad no era buena para el hombre. Desde que había comenzado el nuevo año mi vida había dado un giro: había creído que mi relación con Alfonso había terminado, pero no había sido así, él seguía queriendo que yo formase parte de su existencia. Nuestra relación se había convertido en un tira y afloja dirigido por él en el que mi persona parecía no tener que decir nada en el asunto, estaba siendo alejada de tomar decisiones sobre mi vida. Me había dejado llevar de tal manera que ahora me ahogaba en un mar de dudas.

¿Cómo podía seguir amando a alguien que no contaba con mi opinión para que nuestra relación avanzara?

Sergio miraba fijamente su taza de café sin decir nada. Me había dejado hablar sin interrumpirme.  Quería que yo misma sacara mis propias conclusiones después de compartir con él mis experiencias. Lo estaba consiguiendo, era la primera vez en todo este tiempo que me detenía a tomar aire, a respirar y a pensar en todo lo que me había pasado. Tenía que decidir yo, sólo yo, lo que quería hacer con mi vida, el siguiente paso que iba dar.

-Escucha. No quería decirte nada hasta no estar seguro, pero después de todo lo que me estás contando… No sé… Creo, sólo creo, que alguien te está siguiendo.

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