Mi querido amigo:
Hoy me callaré, no romperé mi promesa.
Es domingo de Resurrección que aunque para muchos no signifique nada, para otros sí, es la esperanza de un mundo mejor y más justo y eso es lo que necesitamos ahora, creer, tener esperanza en que todo esto pasará pronto, que pronto podremos vernos de nuevo, sentirnos de nuevo, abrazarnos y darnos eso dos besos polémicos, porque a unos nos gustan y a otros no.
Pensar que podremos salir al campo, a la playa, a la montaña, respirar aire puro, saltar, correr, trabajar, sí, trabajar de nuevo pero más tranquilos recordando lo que fue, trabajar juntos, en equipo, en el mismo equipo porque todos necesitamos paz, paz y esperanza, olvidarnos de lo político para fijarnos en lo humano, ¿seremos capaces?
Me he sentado en la terraza y lo he sentido, he sentido el aire sobre mi piel, he respirado profundo, he preparado una copa de vino blanco acompañada por una tapita de lentejas y un trocito de queso, he cerrado los ojos y estaba a tu lado, lo hemos compartido, lo he compartido con todos mis amigos, con mi familia, sentados juntos en otra terraza, en otro muelle, o en una de las calles del centro de cualquier ciudad.
Recibe mi abrazo. #quedateencasa