47.Acompáñame, no te arrepentirás.

Mi querido amigo:

Acompáñame, no te arrepentirás.
Mirando la Ópera de frente, a su derecha está una de las entradas del jardín botánico de Sydney y si te apetece, puedes tomar un trenecito para recorrerlo, yo prefiero hacerlo a pie. Desde esta entrada pegada al mar es muy fácil rodearse de golondrinas, cacatúas blancas de cresta amarilla, kookaburras, magpies y otros pájaros fantásticos a los que aún no he conseguido poner nombre, uno de mis preferidos se esconde tras un antifaz amarillo.
En el recorrido pasarás rozando enormes cañas de bambú con corazones dibujados que los días de viento chocan entre ellas acompañando tu paseo con algo de música. Estanques con peces saltarines y mágicas flores de loto o nenúfares que en verano lo inundan para enamorar a pájaros y libélulas. Campos verdes que invitan a que te sientes a leer o a que te tumbes al sol. Flores de colores en cualquier época del año, esculturas de piedra, barro, escayola o metal, imitando antiguas columnas, describiendo las estaciones o retratando animales australianos. Especialmente me gusta la de un cazador con sus perros, la de un fauno, y la de un niño quitándose algo que se le ha clavado en un pie. Pero la que no puedo dejar de visitar es la de un busto de mujer con unas letras grabadas en su base que rezan: I wish, a la que siempre, alguien, le pone una flor de temporada.
Enormes árboles mágicos que varían su color con las estaciones. Alrededor de uno de los cuales te invitan a dar tres vueltas para que se cumpla tu deseo. Un paseo cerrado de cactus de distintas especies. Escaleras
que cambian el punto de vista, cafés y restaurantes de exquisita arquitectura, como el Cályx que alberga, en su invernadero, exposiciones de plantas tropicales y que cambia su dibujo en sombras dependiendo de la hora del día.
Parterres y pérgolas con enormes helechos, alamedas de palmeras, una pequeña casa de exposiciones, fuentes mágicas como la de cupido y la exquisita casa del gobernador que se puede visitar en días especiales.
Se puede acceder a él desde una puerta situada frente a la State Library, o desde otra cercana a la Art Gallery, todas las entradas flanqueadas por hermosas fuentes.
Desde la puerta del final del paseo que bordea el mar, si te apetece, puedes hacer una magnífica foto de la ópera y el puente.
Recibe mi abrazo. #quedateencasa

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