Mi querido amigo:
No estás solo. Yo camino a tu lado y estoy segura de que hay más personas caminando con nosotros. Sé fuerte. No te desanimes. Sigue de mi mano. A veces en la vida lo más importante es no soltarse de las personas que nos aprecian.
Sé que el camino es difícil, que a medida que pasan los días se ve más negro todo, pero piensa que lo bueno está al girar la esquina, que ahora a lo mejor no puedes verlo, pero ahí está, lo sé, puedo verlo, necesito creerlo. Sigamos adelante.
Cuéntame, ¿qué libro estás leyendo? En cuanto lo termines comienza otro, que no te entre la pereza.
¡Vamos! Estoy contigo.
Recibe mi abrazo. Cuídate.