12. El árbol de la memoria.(Puedes escucharlo en Anchor, Spotify, Googlepodcasts. Busca Arropando estrellas)

Duodécimo episodio. 15/Abril/2021 El árbol de la memoria.
(Para poder descubrir cosas nuevas, debemos hacer algo diferente.
Vamos dejando huellas en todos los que se van cruzando en nuestro camino, al igual que otros van dejando huella en nosotros. Ponte cómodo y disfruta de unos minutos tranquilos de la mano de Arropando estrellas).

Hace algún tiempo leí una frase que decía más o menos que si siempre haces las mismas cosas, no puedes esperar que los resultados sean diferentes. Es algo que aprendí con la vida, con las redes sociales y ahora, más concretamente con mis fotos. Muchas veces hago los mismos recorridos y parece como que una ciudad por muy grande que sea no puede ofrecerme nada nuevo, pero realmente descubrí que es al contrario, que por muy pequeña que sea una ciudad, siempre puede ofrecerme algo diferente. Solo hay que mirar desde otra perspectiva, cambiar las horas del día en las que paseas o caminar por calles o rutas diferentes.
Ponte cómodo en ese lugar que has elegido para poder escucharme tranquilo, sin que nadie te moleste, respira profundamente, permitiendo que el aire salga lentamente por tu nariz, intenta alejar de ti esos pensamientos negativos que a veces nos invaden a todos, e intenta relajar cada uno de tus músculos, pon si quieres, música tranquila de fondo, pero permíteme atraparte con mi voz. Seas bienvenido a Arropando estrellas, un podcast de Bosquina Monzón.
De vez en cuando intento cambiar mi trayectoria en los paseos, es una manera de descubrir sitios nuevos y poder hacer fotos diferentes, con temas distintos. Cualquier cosa puede llamar mi atención, desde alguien apoyado en una pared hablando por teléfono, a alguien vestido de manera diferente, una hoja sola en medio de una escalera, o un pájaro buscando pequeños movimientos en la tierra para atrapar a diminutos bichejos despistados, el reflejo de algún edificio en otro, son maneras distintas de enfrentarse a la ciudad y de abrir la mente a algo diferente. Mi teléfono está lleno de capturas de momentos efímeros que no volverán a ocurrir. Podemos ver lo mismo, pero nuestra percepción siempre será diferente, podemos hacer la misma fotografía pero siempre tendrán matices que nada tienen que ver unos con otros, cada uno busca resaltar unos detalles sobre otros y eso es lo que marca la diferencia, lo mismo en la vida, los pequeños pasos que vamos dando nos llevan por uno u otro camino, pero que siempre será único y en el que vamos dejando nuestra propia huella, cambiando, o pudiendo cambiar, dentro de un orden, lo que nos rodea.
No hace mucho, paseando por Sydney, me encontré con una escultura en una pared, hecha de tuercas, de trozos de metal y cristal, con engranajes de todos los tamaños, en perfecta armonía, unidas formaban la imagen de un hermoso árbol, y a su lado una inscripción del autor, Xia Hang: “La luz del sol deja marcas moteadas en las hojas, el mar deja marcas de las mareas a través de los años, la gente deja huellas del tiempo en sus recuerdos” Me hizo pensar en las marcas que deja el sol sobre la piel cuando estamos un rato tumbados sobre la arena, en las bellas esculturas que van imprimiendo el mar y el viento en las rocas, como en Las Catedrales, o en los Doce Apóstoles; los dibujos que dejan las olas a su paso en la arena, formando surcos que a veces parecen bosques de árboles que ya han perdido su hoja, y por último pensé en los amigos, esos fuertes engranajes que consiguen movernos y que todo vaya en la misma dirección y en la huella real que dejan, o que dejamos. Porque también somos lo que hacemos sentir, los surcos que dejamos en los otros, y estamos formados por surcos que otros fueron dejando en nuestra piel, en nuestra vida. Todo lo que hacemos o decimos no sólo influirá en nosotros, también en las personas que caminan a nuestro lado. Realiza un pequeño ejercicio, piensa en algo que tengas cerca que haya sido marcado por el sol, recuerda un lugar en el que hayas estado en el que el mar y el viento hayan dejado su singular huella, y ahora piensa en ti, en algo que haya ocurrido en tu vida, y que haya dejado una marca especial, de esas que cada vez que lo recuerdas te hace sonreír, y en alguien al que sepas que cuando piensa en ti o te recuerda no puede evitar una sonrisa. Seguro que hay más de un recuerdo que te saque una sonrisa o que haya marcado tu forma de ser o de pensar, es la vida y debemos ser conscientes de ello, sobre todo para intentar evitar las malas palabras o las malas actuaciones. Relájate pensando en todo lo bueno.
Espero haberte ayudado a relajar, a dejar la mente libre durante estos minutos. Gracias por acompañarme. La semana que viene, estaré de nuevo Arropando estrellas. Te espero, pero ahora, descansa.

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