45.Exposición de Matisse.(Puedes escucharlo en Anchor, Spotify, Googlepodcasts. Busca Arropando estrellas)

Medimos el tiempo a través de acontecimientos importantes o diferentes, antes o después de… terminar el colegio, el instituto, la facultad, antes o después de casarnos, de tener un niño, del fallecimiento de un ser querido. Y así entre acontecimiento y acontecimiento, se nos va pasando la vida, se nos va escapando el tiempo, sin darnos cuenta, sin a penas sentirlo.

Siéntate en ese lugar cómodo que has elegido para escucharme, intenta relajarte mientras respiras profundamente. Llena de aire tus pulmones y vacíalos lentamente sintiendo cómo se van aflojando todos tus músculos, siente tu cabeza, tu cuello, tus brazos, tu espalda, tus caderas, tus piernas y tus pies.
Permíteme atraparte con mi voz. Seas bienvenido a Arropando estrellas, un podcast de Bosquina Monzón.

Cuando era pequeña mis acontecimientos eran mis épocas de vacaciones, para llegar al verano había que pasar por un largo curso de colegio y la ansiada Navidad siempre se hacía esperar, trayectos largos en vidas diminutas.
Con el paso de los años, el tiempo se ha transformado en algo relativo, muy relativo, unas veces pasa a toda velocidad y otras tan lento que es casi como si se hubiese detenido.

Acaba de empezar el verano en Australia y para alguien acostumbrado a vivir en el hemisferio norte, cuesta mucho trabajo ver en las tiendas árboles navideños, bolas de colores, compartiendo escaparate con biquinis, gorros de playa y sandalias, algo en mi cabeza me avisa de que lo que sucede no es real. Navidad en verano, aún me cuesta acostumbrarme.
Es curioso que aquí se celebre haciendo barbacoas con amigos o familia en las playas o en los jardines de las casas. El día 25 de diciembre si te acercas a Bondy verás bañadores rojos y gorritos de Papá Noel invadiendo la arena. Es toda una experiencia para recordar. Es complicado para nosotros entender una Navidad sin frío ni nieve, es difícil ambientarse o meterse en situación.
En estos dos últimos años se ha formado un batiburrillo de momentos, de circunstancias, de días en mi cabeza, en los que no soy capaz de encontrar un antes y un después, ni una línea temporal, no sé lo que ha ocurrido primero ni lo que lo ha hecho a continuación. Ha sido todo un poco raro y espero poder organizarlo de alguna manera. Romper esas rutinas de tiempo tan marcado, esos acontecimientos que en este ahora se veían traducidos por ir a España y regresar de España ha descolocado mi línea temporal de alguna manera. Como decía, el tiempo se ha hecho tan relativo…

Hoy hemos ido a ver una exposición de Matisse en la Art Gallery, una amiga francesa me avisó de que estaba, es una buena exposición pues muchos de los cuadros normalmente están en París. Me llamaron la atención varias cosas, la armonía en los colores, el saber que también era escultor, no tenía ni idea, y si la tenía lo olvidé, una habitación en la que se representaba uno de los proyectos de las vidrieras de una capilla que él mismo subvencionó, para la congregación en la que había entrado una antigua amiga suya y dos cuadros, mujer leyendo, en la que la mujer está ajena y de espaldas, y tres amigas, obra de tinta sobre papel que puede pasar desapercibida hasta que te fijas en ella. Pero la imagen con la que me quedo, es con la de una niña sentada en el suelo, rodeada de pinturas y un cuaderno delante de ella en el que estaba plasmando el cuadro que tenía ante sus ojos, una mujer vestida de azul con una pequeña pamela que posaba sentada en una butaca ocre, no recuerdo el título, pero la escena era solemne. Como digo siempre observar al que observa es otra manera de apreciar lo que estás viendo.

Gracias por acompañarme, la semana que viene volveré a robarte un poco de tu tiempo. Ahora sigue relajado y descansa.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.