47. Se acerca la Navidad.(Puedes escucharlo en Anchor, Spotify, Googlepodcasts. Busca Arropando estrellas)

Se acerca la época más entrañable del año, de reencuentros; de reuniones familiares; de volver a casa, como decía aquel anuncio; de compartir tiempo y de crear nuevos recuerdos.

Acompáñame durante unos minutos. Acomódate en el lugar que has elegido para escucharme. Respira profundamente y siente cómo tu cuerpo se va relajando lentamente, sin prisa. Permíteme atraparte con mi voz. Seas bienvenido a Arropando estrellas, un podcast de Bosquina Monzon.

El día 22 de diciembre siempre se daba el pistoletazo de salida. 
Los niños de San Ildefonso siguen sonando en mi casa igual que antaño, como si fueran ecos de la memoria. Si cierro los ojos y escucho sus voces, su soniquete,  puedo trasladarme a otras etapas de mi vida, puedo revivir momentos, recordar personas, sentir el calor de los abrazos, escuchar las voces de los que ya no están y traerlos, por un ratito a mi presente. Son imágenes bonitas y amables que forman parte de lo que viví, que forman parte de lo que soy. ¡Cuántas personas caben en nuestro recuerdo, y cuánta ternura!
Somos de costumbres, estamos construidos por hábitos que nos forman y nos conforman. A veces se necesitan pequeñas cosas que nos recuerden que seguimos en el camino, en nuestro camino, que aunque estemos lejos, seguimos estando, y que aunque cambiemos, parte de nuestra esencia permanece.
Me gusta la Navidad, las luces de la calle, la alegría contagiosa, el ser consciente de que se puede volver a empezar, como el calendario, que comienza una y otra vez, y no pasa nada. Tener nuevos propósitos o intentar de nuevo cumplir los anteriores. Tener esperanza de que todo puede ser mejor y no perderla nunca.

El anuncio de el Almendro siempre me emocionaba, era capaz de sentir esa nostalgia y esas ganas de reencontrarse con los familiares a los que no se veía a menudo, o con los amigos que se había dejado atrás, esos personajes anónimos que contaban historias anónimas pero casi siempre cercanas conseguían meternos en su piel. ¿Quién no echaba de menos a alguien? ¿Quién no deseaba sentirse querido por sus amigos? Y si por algún motivo estabas fuera y podías regresar, ese anuncio te emocionaba aún más. “Vuelve a casa por Navidad” Este año, esas palabras tienen un significado más fuerte que nunca. Poder volver a casa, después de dos años es intenso, no ves el momento, no te fías de que pueda ser cierto y casi da hasta miedo. ¿Cuánto habremos cambiado? ¿Seremos capaces de sentir lo mismo? ¿Seguirán estando todas las personas a las que hemos echado de menos? ¿Nos reconoceremos? ¿Podremos recuperar esos abrazos que no dimos?
Mi deseo para ti, que me escuchas, en esta época del año tan entrañable, es el de que puedas reencontrarte con las personas a las que quieres y puedas abrazarlas.

Respira profundamente y llena tu espíritu de amor y de gratitud por las pequeñas cosas buenas que te están sucediendo. Comparte tu alegría con el que tienes cerca. Disfruta de cada momento. La semana que viene estaré de nuevo Arropando estrellas. Te espero. Ahora, descansa.

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