3.Tenía que seguir mi vida y olvidarme de él.

Tenía que seguir mi vida y olvidarme de él. El mundo era enorme para pasarse la vida pendiente de el ir y venir de una sola persona. Difícil era un rato olvidarse de todo lo que había supuesto en mi mundo mi ex, pero tenía que conseguir que sólo fuese eso, un ex, es decir, alguien que había sido algo para mi, pero que ya había dejado de serlo. Borrón y cuenta nueva. Tenía que olvidarme hasta de su cara. Tenía que dejar de pensar en él. Claro, eso era facilísimo cuando todo el mundo se acercaba a decirme que le habían dicho que me habían visto con él, o sea que había vuelto, y yo tenía que dar explicaciones: que no, que sólo Navidad, que se ha ido, que blabla. Y todos: ¡uf!, ¡pobre!, ¡cómo estarás!, ¡qué impresentable!.. y una serie interminable de improperios contra el ex, que me hacían pensar que era más idiota de lo que hasta entonces creía. ¿Por qué todo el mundo se empeñaba en saber todo lo que pasaba a su alrededor y por qué todos creían que tenían la solución a todos mis males? Señores ¡Déjenme en paz! Había supuesto para mí un enorme chasco el ver que sólo era una pequeña gota de agua en su océano. ¡Qué insignificante me sentía! Encima había tenido que ir al médico y el enfermero, a la hora de llamarme había dicho: María Apellido Apellido. Me levanté y le dije que era yo, pero que mi nombre estaba mal, que no era María, a lo que contestó que como mi nombre era complicado me llamaba María. Y se quedó tan ancho. ¿Hay algo que impersonalice más, si es que existe esa palabra con el significado de eliminar la personalidad de alguien o de ningunearlo, que que te llamen por un nombre que no es el tuyo a propósito? ¿Por qué tenía que aguantar las frustraciones de alguien al que no conocía? Si no le gustaba mi nombre que me llamara sólo por los apellidos, pero cambiármelo no. Cuando era pequeña me había pasado lo mismo con una profesora que incapaz, supongo, de pronunciar mi nombre, me llamaba María, y esperaba que yo contestase, si no era mi nombre, ¿Cómo iba a contestar? Pequeños detalles que cuando estás mal, se convierten en puñaladas.

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