49.Por fin en casa

Por fin en casa. Me saqué los zapatos que llevaban rato torturándome, menos mal que había escogido los bajitos. Puse a llenar la bañera, mientras, encendí el ordenador, abrí el iTunes y comenzó a sonar Time, de Hans Zimmer, la banda sonora de Origen.

Tenía un mensaje de Pablo, estaba preocupado por mi, realmente preocupado. Le iba a contestar pero estaba en línea, así que nos pusimos a charlar. Me sentía tan abrumada, que terminé por contarle pequeños detalles de todo lo que me estaba ocurriendo, pasando por encima cosas que no convenía que supiera. Fui a cerrar el grifo, nuestra conversación era tan fluida que tuve miedo de olvidarme de la bañera y tener que lamentarlo después. Lo veía totalmente interesado, haciéndome preguntas, creando hipótesis. Por un momento me pareció estar viviendo una película de detectives, nos enfrascamos tanto en la conversación que todo comenzaba a ser un poco descabellado, más que una película de misterio estábamos montando una de terror, lo malo era que yo era la protagonista, así que le pedí que se relajara un poco antes de que se me quitasen de todo las ganas de dormir.

Fui a por una copa de vino y seguí durante un buen rato charlando con él. Hubo algo que escribió que me dejó muy preocupada.

-Ahora en serio, Pablo. Con todo lo que te acabo de contar, ¿crees que mi jefe puede estar metido en esto?

-Jajaja. Es una hipótesis más, que yo no descartaría.

-Mi jefe es mi amigo, Pablo. Siempre ha sido un apoyo.

-No digo nada Talara, no lo conozco, pero piensa un poco. Martina era tu amiga, Alfonso era más, mucho más, y mira lo que ha ocurrido. Así que perfectamente tu jefe pudo haberlos contratado.

-¿Con qué motivo?

-Para hacer quebrar la empresa.

-Por Dios Pablo, pero si él es el dueño.

-Talara a veces me da la impresión de que acabas de aterrizar, no sé, es como si vivieras en otro mundo. Mira a tu alrededor, despierta, estamos rodeados de lobos.

-No sé qué decirte Pablo. Hoy estoy agotada, he discutido con Sergio y no veo el momento de relajarme.

-Piensa en ello Talara, cuídate y ten mucho cuidado.

-Un beso Pablo. Hablamos.

Apagué el ordenador y me quedé un rato mirando al infinito, pensando. ¿Y si Pablo tenía razón?

Un comentario sobre “49.Por fin en casa

  1. A mí el jefe no me parece trigo limpio, a ver si Pablo y yo vamos a tener razón……habrá que esperar para descubrirlo.

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