2. Amaba a Sergio por encima de todas las cosas

Amaba a Sergio por encima de todas las cosas, pero su vida tenía que continuar. Comenzó a trabajar y yo empezaba a pasar demasiado tiempo sola, encerrada en su casa, con sus cosas, sin las mías, sin ganas de hacer nada, sin ganas de levantarme, sin ganas de comer, sólo me sentaba en su sillón a esperar su regreso, a veces escuchando música clásica, a veces leyendo, en cuanto lo presentía mi cuerpo se inquietaba, se impacientaba, me levantaba e iba a recibirlo a la puerta como fiel animal de compañía. Por unos días seguí creyéndome feliz, pero no lo era. Se puede silenciar la mente pero no para una eternidad. Mientras Sergio estaba conmigo desaparecían las sombras, pero en cuanto se iba regresaban haciéndose cada vez más oscuras.

Nos amábamos, era cierto, pero ¿cuánto tiempo puede durar la ceguera de un alma? Las horas libres de Sergio eran mías, sólo se dedicaba a mi, sólo nos dedicábamos el uno al otro como si no existiera nada más, como si no existiera nadie más. Nos amábamos, era cierto. Pero el amor a veces mata más que alienta, y por no pensar íbamos muriendo o yo iba muriendo. Sergio me amaba, lo sabía, era consciente, y yo lo amaba a él, pero la mente, que a veces nos hace ser cuerdos, en contra de nuestros deseos me hizo ver que mi amor lo estaba destruyendo, me estaba destruyendo. ¿Cómo podía enfrentarme a su amor, a mi amor? ¿Por qué complicaba tanto las cosas? ¿Por qué no podía ser feliz como todo el mundo, sin remordimientos, disfrutando lo que la vida me ofrecía? Amaba a Sergio, era cierto, pero sentía que eso no era suficiente.

Sentía que la vida se me escapaba entre los dedos, entre sus dedos, y por más que quisiéramos entrelazar nuestras manos, siempre encontraba un resquicio por el que se iba el tiempo, mi tiempo, nuestro tiempo.

Mi tristeza no sólo invadía mi alma, también comenzaba a invadir la de Sergio. Tal vez por ser invierno sentía ese frío que me impedía el movimiento. Solamente recordaba haber pasado por esto una vez en mi vida, y era consciente de que se acercaba el día, se acercaba la fecha del aniversario de la muerte de mi padre y con ella se acercaba mi agonía.

La vida nos iba poniendo piedras en el camino, a veces murallas, o alambradas electrificadas y nosotros, almas indefensas, teníamos que aprender a apartarlas, saltarlas o cruzarlas. Cada vez los retos eran mayores y cada vez tenía menos ansias por superarlos.

2 comentarios sobre “2. Amaba a Sergio por encima de todas las cosas

  1. Hola Talara, hermosa historia, es tan linda que parece una historia realmente vivida. Y ese nombre , Sergio, me trae a la memoria otra historia igual de importante. Dime, has vivido esta historia?
    Un saludo

    1. Hola Paloma. No te olvides que estás leyendo una novela, por lo tanto, ficción. Las vidas, al igual que las historias, se parecen más de lo que podamos pensar. Todos hemos sentido amor, odio, tristeza, desamor, alegría. Todos hemos pasado por momentos difíciles y complicados en nuestras vidas. Se reflejan sentimientos. Qué historia, igual de importante, te trae el nombre de Sergio a la memoria? Un abrazo y gracias por tu comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.