Cuando le dije a mi madre que había tomado la decisión de irme un tiempo a casa de Emily se alegró, se alegró por mi, pero sus ojos mostraban pena, vacío, tristeza. Después de abrazarme, disimuladamente se sentó, la mano en su frente, la mirada perdida, pero la sonrisa en sus labios.
¡Las madres! Dan la vida por nosotros una y otra vez, nos apoyan aún sabiendo que a ellas se les romperá el corazón, nos guían en la oscuridad con pequeños destellos de su luz. Son las cuerdas que nos sostienen cuando estamos a punto de caer, el abrazo que une nuestros trozos cuando estamos rotos. Dan su vida a cambio de nada, de vernos bien, de sentir que estamos en el sendero, de una sonrisa, de una mirada. Las madres, esos ángeles que pasan su vida cuidándonos, protegiéndonos con sus alas desde la distancia, velando por nosotros aún sin decírnoslo. Pendientes, incluso, de nuestros silencios y nuestros espacios. Las madres, luchadoras siempre, malinterpretadas muchas veces; almas en vela, vigilantes, sombras, dispuestas a darlo todo, a querernos pese a todo, a creer, a creer en nosotros. Las madres…
Mi madre había pasado parte de su juventud en Australia y siempre había soñado con volver, pero las circunstancias nunca se lo habían permitido. Mi padre había sido piloto de Iberia y habíamos viajado muchísimo, sobre todo en mi niñez. Mi madre, con los años… con sus responsabilidades… con los accidentes…, había comenzado a tener pánico a volar y a que mi padre lo hiciera. Y después del accidente de Spanair de 2008, en el que había perdido a una de sus mejores amigas, apenas se acercaba a los aeropuertos.
Fui a hablar con Javier a la oficina, le había adelantado algo de mi proyecto por teléfono, me recibió con un abrazo que me dejó sin aire.
-¡Mi loquita! -Me abrazó de nuevo, con tanta fuerza que me dejó sin habla unos minutos, así de efusivo era mi jefe. -¡Qué bien te veo! ¡Estás estupenda! Vamos, ¡siéntate! ¡Qué alegría volver a verte! ¡Cuéntame! ¿Qué es eso de que quieres ir a Australia?
-Necesito dejarlo todo por un tiempo, Javier, sabes mejor que nadie lo duro que ha sido para mi este año. Me gustaría que me ayudaras con la baja, o con la excedencia…
-Después de tu llamada hablé con mis abogados, ellos saben de mis intereses en investigar la posibilidad de abrir una sucursal en Australia o de trabajar para ellos, no hace falta que te cuente el abanico de posibilidades para los ingenieros, sobre todo para los ingenieros de minas, que hay en ese país y más concretamente en Sud Australia, son los amos del mundo, ellos y los canadienses. Cuéntame ¿a qué parte quieres irte?
-En Adelaida tengo una amiga de la universidad…
-¡Fantástico! ¡Siempre me sorprendes para bien! -Apretó el botón que lo comunicaba con su secretaria: -Hazlos pasar, por favor. -En cuanto Javier dejó de hablar, se abrieron las puertas del despacho para dejar paso a dos hombres que no había visto en mi vida. Javier se levantó para saludarlos.
-Talara estos son Jaime y Pedro, dos de nuestros abogados internacionales.
-Encantada, mucho gusto. -Los dos me tendieron la mano respondiendo a mi saludo con amabilidad..
-¡Contadnos!
-Hemos preparado los papeles para que los firme Talara. Podemos conseguir una visa de visitante, que le permitiría ir como comercial y poder informarse de nuestras posibilidades de trabajar con ellos, investigar una posible entrada de nuestra empresa en el país… Sería por tres meses renovables hasta un máximo de doce.
No daba crédito a lo que estaba escuchando, miraba a Javier y lo veía emocionado, la felicidad salía por cada poro de su piel. Se despidió de ellos y de nuevo nos quedamos solos.
-¡Dime que aceptas!
Como madre te diré que todo lo que expresas sobre lo que somos respecto a nuestros hijos, es así. O al menos yo lo vivo y siento así. Un placer leerte.
Muchísimas gracias!!! Me alegra saber que me lees. Yo también creo que las madres somos así. Besiños
joooo que bien narras. Que maravilla leerte. Que feliz saber que soy amigo de una escritora, de ti: Talara
Gracias Pablo, por ser mi amigo y por hacer todo lo que haces para que mi blog llegue a más gente. Gracias!!!